Las marcas tridimensionales son aquellas que distinguen productos mediante su forma física, abarcando las tres dimensiones del espacio: alto, ancho y profundidad. Esto incluye tanto la forma del producto como su embalaje, pudiendo los mismos ser reconocidos ya sea visualmente o por el tacto.
Esta particularidad permite que los consumidores las reconozcan no solo visualmente, sino también a través del tacto. Así, estas marcas pueden convertirse en un símbolo distintivo del producto, generando una asociación única con la calidad, el origen o el diseño que los caracteriza.
Una marca, en términos generales, es todo signo distintivo que permite identificar y diferenciar un producto o servicio en el mercado. La característica esencial de todas las marcas radica en su capacidad para ser distintivas, es decir, para diferenciarse de otros productos o servicios ofrecidos por terceros.
Esto se traduce en la capacidad de un signo para actuar como un identificador de origen, indicando al consumidor de dónde proviene el producto o servicio, y garantizando un nivel esperado de calidad o características.
En el mercado global actual, existen numerosas marcas tridimensionales que son fácilmente reconocibles y que han logrado posicionarse en la mente del consumidor gracias a sus formas únicas y distintivas. A continuación, se presentan algunos ejemplos destacados:
El chocolate Toblerone, cuyo icónico envase facilita su reconocimiento incluso cuando está envuelto para regalo.
Las botellas de Coca-Cola, que se identifican por su forma característica y por el tacto, gracias a sus hendiduras y diseño único.
Los Hershey's Kisses, cuya forma y envoltorio permiten distinguirlo de otros chocolates en el mercado.
Para quienes deseen registrar una marca tridimensional en Chile, es fundamental que esta cumpla con los criterios de distintividad y originalidad. Esto significa que la forma debe ser lo suficientemente única y no genérica, para que pueda ser considerada como una marca y obtener protección legal.
Si la forma propuesta es común en el mercado, o no se distingue lo suficiente de otras formas ya existentes, el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INAPI) rechazará su solicitud de registro.
Registrar una marca tridimensional ofrece ventajas significativas, como una amplia protección legal contra la imitación y una destacada capacidad para diferenciarse en el mercado.
Registrar una marca tridimensional ofrece una serie de ventajas significativas. En primer lugar, proporciona una amplia protección legal contra la imitación o el uso no autorizado por parte de terceros, lo que es fundamental en un mercado altamente competitivo.
Esta protección ayuda a asegurar que los competidores no puedan copiar o usar formas similares que puedan confundir al consumidor.
Además, una marca tridimensional tiene una notable capacidad para diferenciarse en el mercado, ayudando a los productos a destacarse en los estantes y a construir una identidad de marca sólida y reconocible.
Esta diferenciación puede traducirse en una ventaja competitiva a largo plazo, especialmente en mercados donde la diferenciación visual es clave para captar la atención del consumidor.
En resumen, las marcas tridimensionales representan una poderosa herramienta en la estrategia de branding y posicionamiento en el mercado. Con una adecuada planificación y diseño, estas marcas no solo pueden ofrecer protección legal, sino también ayudar a construir una conexión emocional duradera con los consumidores.
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