La transferencia tecnológica es la autorización de una persona para que utilice, explote y difunda el resultado de una investigación. Se puede realizar con o sin fines de lucro y tiene como finalidad contribuir al desarrollo tecnológico del país.
En Chile existen 3 tipos de instituciones que participan en su proceso, estas son:
La Transferencia Tecnológica se manifiesta a través de:
Las políticas públicas de nuestro país se han centrado en proteger la propiedad intelectual a través de:
Otras actividades destinadas a promover y permitir el desarrollo de la Transferencia Tecnológica se han materializado a través de instituciones como la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (CONICYT) y la Corporación de Fomento de la Producción (CORFO), que han permitido la instalación de centros de investigaciones tanto a nivel nacional como internacional.
El Fondo de Fomento de Desarrollo Tecnológico de CONICYT ha implementado distintos programas que han consolidado la alianza ciencia-empresa. Un ejemplo de esto es la utilización de los resultados de los distintos concursos públicos en distintas empresas.
El 13 de agosto del año 2018 se creó el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, sin embargo, esto ha sido insuficiente para su fortalecimiento en nuestro país.
Aún no existe una ley que regule esta materia, lo que ha sido muy criticado por este sector, considerando los aportes que podría generar la transferencia tecnológica en nuestro país como mejorar el bienestar y el desarrollo de la población.
El objetivo principal es establecer el papel que cumplirá cada una de las entidades que participan en el proceso de Transferencia Tecnológica, también fortalecer y promover el acceso y difusión a los distintos resultados de las investigaciones que han sido financiada con fondos públicos, en beneficios de toda la población.
Otros aspectos que busca regular son:
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